jueves, 21 de enero de 2010

Me gusta admitir cuando llega este momento, abrir los ojos en una mañana que podría ser cualquier otra pero no lo es. Es mucho más que despertar, porque cuando cerramos los ojos no sabemos nada de nosotros mismos, solo emergen ideas, pensamientos y sentimientos distorcionados proyectados en nuestros sueños, es lo más profundo de nosotros, hay tanto en qué pensar que la mente humana se convierte en una verdadera máquina maquiavélica de crear objetos sin forma, frases incoherentes, pero sin embargo las obras más bellas compuestas de pura alma. Al despertar es distinto, porque comienzas a analizar tu entorno, a programarte un día más, a proyectar en tu cabeza qué harás, con quién estarás, qué quieres este día, y quizás el siguiente... Jamás pensamos que es el último, porque simplemente no queremos que lo sea, es una especie de autonegación esperando que nuestro poder mental se active y efectivamente no pase nada malo, o nada que nos haga cerrar los ojos en blanco, sin pensar en nada y despertar en lo mismo, la nada. Pero en verdad pensándolo bien, la muerte es algo tan cotidiano, suprime nuestra energía, y es así de fácil, te seleccionan y te llevan... Un viaje más largo que de lo habitual. Hoy desperté pensando que lo tengo todo, y he tenido lo que necesitaba... He ganado, perdido, y quizás soñado cosas que aún no alcanzo, pero si me tocara dormir, dormiria aferrándome a lo que más me envolvió en este mundo... Tu amor. [ ALE te amo sin límites. ]

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios hacen grande este blog.